Dragones son, en el más amplio sentido de la palabra magníficos y con esto no me refiero solo a su tamaño sino sobre todo a su grandeza interior.
Nos acompañan a cada paso y están siempre ahí para nosotros. Tanto con su inmensa sabiduría, con su amor infinito e incondicional como con su poder, estos seres son incomparables y
excepcionalmente preciosos.
Quien permita a los dragones ser parte de su vida será infinitamente recompensado.